Hace una semana tuve la oportunidad de estar nuevamente en el mar. Debido a la pandemia por el covid19 había permanecido en casa estos últimos dos años e ir de vacaciones no era ni siquiera una opción, pero ahora gracias a las vacunas, y manteniendo siempre las medidas de bioseguridad me di el gusto de ir a las playas de Tela y disfrutar un poco de ese pedacito de el mar Caribe.
A primera hora del día, es habitual que muchas de las especies marinas que están jóvenes se acerquen a la orilla de la playa en busca de alimento, por eso los pescadores aprovechan ese momento para llevar alimento a sus casa y/o negocios. Lo normal es ver un montón de bancos de pequeños peces, pero me llevé la grata sorpresa de encontrarme con un gran grupo de pequeñas medusas, y aproveché el momento para grabarlas, aunque sea por unos segundos.
Las medusas son llamadas aguamalas en el argot popular. Su cuerpo tiene forma de campana de la que cuelgan largos y finos tentáculos que utilizan para capturar a sus presas inyectándoles veneno. La toxicidad de este veneno varía de acuerdo a la especie. La mayoría de los seres humanos que han sido presas de las medusas se quejan de ardor o picor. Lo aconsejable al ver una es salirse del agua de inmediato, porque el ataque de un grupo de estas criaturitas puede provocar un shock anafiláctico y el individuo puede ahogarse.
Son seres magestuosos, elegantes al nadar, pero peligrosos, es mejor verlos de lejos que ser su víctima.
Y por favor, no le orinen a nadie si es víctima de una medusa, esa es una leyenda urbana rara, loca y tonta. Lo mejor es llevar a la persona a un centro asistencial lo antes posible.
Saludos.