El pasado sábado aparecieron los siete Jinetes del Apocalipsis en la tierra, no para dejar a la población mundial sin alimentos, sin agua, con nuevas enfermedades incurables, ni para llevarlos al infierno, no, sino para crear odio, discordia, pánico y provocar que los cadúmenes volasen, que las parvadas cayesen en picada en ríos, mares, lagos, que las manadas se escondiesen en cuevas y que la raza humana se volcase como loca en Facebook y Twitter creando histeria colectiva. Más o menos un par de horas más tarde todo volvió a la normalidad cuando el servicio de mensajería Whatsapp se restableció.
Hoy Whatsapp vuelve a ser noticia después de que su CEO Jan Koum anunciase que a mitad de año se incluirán llamadas de voz al servicio. Esto no solo le va a generar perdidas en el envío de SMS a las compañías telefónicas sino que podría desaparecer del mapa a otras aplicaciones similares como Line y Viber. No sé en qué posición quedará Telegram. A mi criterio, Skype es el único grande que no va a tambalear, pero en asuntos de tecnología el comportamiento de los usuarios es impredecible.
Lo cierto es que Mark Zuckerberg se acerca cada vez más a lo que siempre dice en sus discursos: «Que no existan barreras de comunicación en el mundo». Espero que esté cerca el día en el que ofrezcan conexión gratuita a internet a nivel mundial.
Ojalá que en el próximo colapso de Whatsapp no se abra la tierra de nuevo.
Saludos.